lunes, 20 de julio de 2020

El lago de los cisnes - Chaikovski

Muchas veces en el auto cuando mi papá me iba a dejar al trabajo, escuchamos esta camción, es una de mis canciones favoritas y mi papá siempre tan gentil dejaba que la escuche una y mil veces y otra vez al día siguiente y así día a día, que paciente...


No puedo dejar de escucharla hoy, no con ese gusto sino con tanta tristeza, lloro una vez y otra vez al oírla, tengo presente ese silencio de los dos en el auto, con el mundo matándose afuera y nosotros oyendo esta melodía tan llena de paz, esa paz que caracterizaba a mi papá.


Debí oir su tango en lugar de mis camciones, debí haber visto que él tenía menos tiempo en el mundo que yo y menos oprotunidades para escruchar sus canciones favoritas como la 9na de Bethoven, la 5ta y así tantas... que egoista fui, y justo con la persona más generosa, que tonta, como me duele pensar en mi papá soportando mi música siempre en lugar de la suya...


Y en las noches cuando llegaba a verme, lo encontraba oyendo su tango y me decía: "Apágalo nomás mijita, oye tu música" y yo a veces la dejaba, a veces la quitaba por venir cabezona del trabajo, que mal, que mala hija egoista fui.


Perdóname Papito, gracias por tu paciencia, por tu infinito amor, gracias por todo siempre.


Madeleine

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