miércoles, 20 de marzo de 2013

De cara al lodo – Mítico 11



Hoy preciso tu amor, de luna nueva,
lo preciso aunque sé que me quema.
Este amor que no es más,
que mil vasos vacíos,
sedientos de tu mar, de agua dulce y cariño.

Mas tú me expulsas de tu ser,
como aquel pez que esta sin vida.

Sin importarte nada,
sin importarte todo.
Me dejas sin mañana,
de cara al lodo.

Si me preguntan,
prefiero estar así, mojado de ti.
Aunque sea en tu orilla,
por siempre en tu orilla.
Por siempre en tu orilla.

Yo me quiero mojar en ti,
como un niño que juega con el mar,
sin importarle el fin.

martes, 5 de marzo de 2013

Boda Nro. 26



Estimado Don Miguel,

Permítame llamarlo así porque desde hace un año trabajo con el menor de sus hijos y a través de él he llegado a estimarlo. Con Victor trabajamos muy duro pero a veces tenemos grandes conversaciones que engrandecen el alma y sabe, usted siempre nos acompaña, y por eso, sé que era usted de Loja, que no se resistía a un plato de  fanesca y adoraba la música. Pero hay otras cosas que Victor no ha mencionado pero que solo pudo haberlas aprendido con su ejemplo, y hoy ser responsable, perseverante y con una fe inmensa.

Tuve la suerte de que Victor me invitara a su boda, no sé si usted estuvo ese día o si ya Vic le contó como estuvo todo, yo quería contárselo como lo viví yo, desde otra perspectiva, como invitada. Así que aquí vamos:


15 de septiembre de 2012
El día en que Victor y Vanessa unieron sus vidas para siempre.

17h00, Sur de Quito
Iglesia del Nuevo Jerusalen
En espera de los novios que con la llegada de Victor terminó y empezó la boda.
Elegante ingresó el novio junto a su madre, no se imagina lo hermosa que se veía Doña Aminta, con su vestido color uva que resaltaba su tez canela y un peinado a lo fashion week que si la hubiera visto seguro se volvía a enamorar...
Minutos después, la marcha nupcial nos anunciaba que la novia llegaba, deslumbrante y de mano de su hermano, avanzaba hacia nosotros, con su vestido blanco, con total pureza, con ilusión, lentamente hacia el altar luciendo su larga cola, y una sonrisa que pudimos ver a través de su velo, mientras poco a poco fue dejándonos atrás hasta llegar a su destino, Victor.
Lindo fue poder ver el rostro iluminado de un enamorado novio al ver a su prometida llegar, poco después empezó la ceremonia.

Era la primera vez que yo asistía a un matrimonio al sur de la ciudad pero más que eso a una boda cristiana y la encontré linda por sobre todas las demás, por las intervenciones que los novios tuvieron la oportunidad de hacer para alagar a su pareja como ofrenda de su amor. Empezó Vanessa quien con sus palabras, maravillosamente escritas con todo su corazón, nos llevó a  un momento crucial de la boda, cuando quebró su voz al leerlas e hizo que a los invitados nos rodara una lágrima. Ya luego nos fuimos recuperando de tan emotivo momento y llegó el turno del novio que le preparó una canción y la cantó para ella, cerrando su intervención con un enérgico solo de guitarra que nos dejó impresionados. Fue tan bonito ver a un Victor artista y enamorado que no conocía.

Terminó la ceremonia, hermosa, diferente y conmovedora, llenamos a los novios de arroz y nos dirigimos a la recepción, una gran fiesta nos esperaba. Llegamos al salón dulcemente decorado,  las palabras de las mamás de los novios nos dieron la bienvenida, y anunciaron que la fiesta comenzaba, enseguida llegó el vals de los recién casados, y un baile preparado por las damas de honor de la novia, una coreografía perfectamente sincronizada, realmente lindo de presenciar donde la novia nos dejó ver su vestido en todo su esplendor, al que le dio el toque perfecto, un colgante turqueza que combinaba armoniosamente con el color de su corte nupcial. Se terminó la canción y empezó la fiesta.
Uno a uno, los invitados fueron uniéndose a la pista, todos bailarines, todos contentos por esta unión y por estar ahí.
No bailé, compartí la mesa con sus amigos de la iglesia, personas acogedoras que pronto me hicieron sentir, entre amigos. Conocí a Carlos, su mejor amigo, que esa noche nos contaba lo recordó inmensamente e imaginó lo grato que hubiera sido para él hacer música con usted una vez más.

Conocí también a sus hijos mayores, a sus nueras y a sus nietos divinos, tiene usted una linda familia que seguro hoy lo extrañaron mucho.

Y así, pasé una linda velada, con personas maravillosas y ambiente a familia, cayó la noche y tuve que marcharme. Dejé a los recién casados disfrutando de su fiesta, bailando y felices y yo me fui con una sonrisa en el corazón, pensando que el amor existe.
Fui tan afortunada de poder presenciar la alegría de estos chicos que hoy se la comparto.

Don Miguel estaría usted tan contento de tener a una nuera bellísima y talentosa que adora a su hijo y estaría también orgulloso de su Victor ya un hombre hecho y derecho, de bien, hoy casado y feliz.

Donde usted se encuentre, reciba mi respeto fraterno.
Celeste.