Hay momentos en la vida que son especiales por si
solos y al compartirlos con quienes quieres, se convierten en inolvidables, recordaremos
el día de tu Bautismo, con mucho cariño en nuestros corazones, porque adicional
al inicio de tu camino de Fé, toda tu familia está reunida para acompañarte,
gracias a todos por estar aquí y bienvenidos.
Dicen que las tías que quieren mucho a sus
sobrinos son promovidas a Madrinas, pues gracias infinitas Chantal y Edgar por
elegirme como Madrina de Edgar Ignacio, mi ángel hecho sobrino.
Me siento hornada y alegre, además por compartir
esta distinción con Edgar quien ama entrañablemente a su nieto y con sus manos
fuertes, seguras y amorosas lo sostendrá en su camino y será también pilar de
su vida.
Amado ahijado,
Estoy feliz de crear este vínculo tan bonito
contigo, eres una bendición para nuestras vidas y la razón para sonreír, esta
es mi promesa de que estaré aquí para ti para cuidarte, apoyarte y amarte de
forma incondicional, cuentas conmigo para siempre. Que Dios me dé la
gracia de guiarte por la senda de la Fé y la luz, con la esperanza de verte
crecer en bondad, caridad y resplandor.
Eres un regalo del cielo, elegido para la tierra
por tu abuelo Héctor en el cielo y eres el sol sobre las nubes. Gracias Papito,
seguro tú serás el viento bajo sus alas siempre.
Muchas gracias,
Madeleine (Ada como me dice Ignacio)
Iglesia de la Inmaculada Concepción de Iñaquito
Quito, noviembre 26 de 2022