Destapa el vino y esta vez que sea tinto,
apaguemos las luces del amor
y dejemos encendidas las de la amistad,
solo tu y yo un día a la vez, sin ayer, ni mañana, solo un día a la vez… al fin que en el amor, tanto
ganas, tanto pierdes…
Que queden fuera las viejas heridas, las tuyas, las mías, las
nuestras… Sin pensar en el pasado compartido sin
frutos,
brindemos sí, un chin chin con copas doradas arriba por habernos
encontrado en esta vida y por nuestro jung finalmente.
También por los momentos en los que miramos juntos el mismo cielo
estrellado,
porque tu y yo siempre seremos luz el uno para el otro; y aunque nuestras vidas
siempre tomaron caminos separados, cuando estamos cerca, todo es extraordinario.
Tu piel y mi piel se reconocerán por siempre, en la memoria que
hay
en nuestras almas; y esa chispa no se apagará, solo vivará en nuestra imaginación;
tú y yo somos arquetipos que se arman y desarman de manera continua y repetitiva,
el escape y el camino hacia una cima que solo alcanzamos estando juntos en
cualquier forma.
No te desconectes, yo necesito tu cable futuro pasado atado a mi
tierra siempre, puedo ser tu puerto seguro, tu faro y tu paz.
Ce,
Hoy.