martes, 31 de marzo de 2020

A dos meses de tu partida

No ha sido fácil, por suerte los amigos han respetado mi silencio de estos meses, ha sido tiempo para preparar el corazón, para seguir aunque no estés conmigo Papito, sé que cuento contigo y estás para mi de otra forma y siempre me enviarás la mejor de las energías desde donde estés.

Yo te amaré hasta el último día de mi vida, como tu lo hiciste conmigo, mientras, te extraño todos los días.

Madeleine

Ambato incolvidable

Gracias Eri, Emi y Germán,

Los días compartidos en Ambato, están entre mis vivencias más queridas en esa ciudad.

Ustedes lograban arrancarle a la realidad, una sonrisa llena de magia.

Ce.


Para ti

Tus palabras son hermosas (seguro lo sabes), me estremecieron el alma, si no tienes cuidado puedes destruir universos con ellas.

Ce.


Reencuentro

Un chocolate delicioso y una buena conversación, en una fría noche de diciembre, bajo las luces navideñas del centro de Quito.

Gracias Carlos, tu regreso trajo contigo la frescura de aquellos años de juventud.

Ce.

Escrito en enero 01 de 2019 en la terraza de Casa Gandotena.


En el amor...

...Hace mucho entendí que hay dos clases las personas: Las que quieren y las que no. El resto es excusa.

Ce.

Dream bucket

Pensando en ello... rediseñándolo...

Ce.

Mucura

Felicidades por su exitosa apertura Jaime, Andrés y equipo Mucura.
Bendiciones para su restaurante y casa llena!

Ce.

viernes, 27 de marzo de 2020

Papá

Hoy hace dos meses te marchaste y el dolor está intacto, tengo tantas cosas que contarte, tengo recuerdos ya sin ti y me duele.

Cómo estarás, yo no estoy nada bien, intentando retomar la vida peor me cuesta mucho, mi mami está peor, me preocupa mucho su salud, ojalá el tiempo traiga resignación porque entiendo consuelo nunca.

La cuarentena hubiera sido tan linda contigo...

Te amo,

Madeleine

martes, 24 de marzo de 2020

El peor fin de año de mi vida

Diciembre 17 de 2019

Con mi papá ya postrado, a ratos aquí, a ratos en su pueblo natal, a ratos hablando en francés, otos en italiano, seguro recorriendo su pasos, que dura será la Navidad, la última con mi Papá.

Si pudiera hacer algo por él, ojalá pudiera detener el tiempo, ganar unos días más con él. Todavía no le dicho cuanto lo amo, cuanto le agradezco por ser siempre el Papá bueno.

He sacado vacaciones para cuidarlo, ojalá él pueda sentirse cuidado, amado, ojalá tenga paz al final de sus días, ojalá nos vea unidos, ojalá pueda irse tranquilo y en cierta forma feliz.

Hoy me detuve a mirarlo por un rato, acaricié su cabello gris y me pareció mentira que este tan enfermo, parece solo dormidito.

El Doctor le dijo: "No haga planes, no viaje, arregle sus cosas Don Héctor" y nosotros pensamos alguien como él no tiene que arreglar nada con nadie, no tiene reconciliaciones pendientes en su vida, no tiene nada más que hacer que estar con los suyos, con nosotros.

Ahora no puedo leerte nada, ya no escuchas concentrado ni sonríes, intentaré ver algún espacio donde te encuentres lúcido y puedas oír algo de Amado Nerbo...

Aquí estamos Papito, contigo, no nos despegaremos de tu cama.

No sé cómo vamos a vivir sin ti, a sobrevivirte.

Gracias Papito, gracias por todo,

Made.

lunes, 23 de marzo de 2020

Papito

Tengo un ataque de llanto mientras te escribo, te extraño tanto, no te me vas de la cabeza, eres la primera persona en quien pienso en la mañana y la última antes de dormir.

Dónde estarás, ojalá si existe el cielo estés ahí con tus seres amados, con mis abuelos, con la tía Etelvira y el tío Vladimir, de quienes escuché de ti solo hasta semanas antes de que te marcharas.

Mis mañanas sin ti son lo peor del día, desayuno en el auto para no desayunar sola, para no desayunar sin ti. Nadie me desea un buen día y nadie me pone a enfriar el café.

La casa está tan llena de ti, dejaste recuerdos en cada rincón, encuentro tus letras, tus mil listados,  tus cuentas, tus libretas en cada cajón.

Tu ropa está intacta, tus cosas están como a ti te gustaban, ordenadas y limpias. Tus herramientas no te preocupes nadie las va a tocar, tu regla verde, tu lupa, "tus tesoros", no te preocupes, las pondré "a buen recaudo" como tu decías.

Te busco en la cocina constantemente y no estás, a mi lado en el auto y tampoco te encuentro.

Quiero ser fuerte para mi mamá y no puedo, no puedo dejar de llorar.

Me haces tanta falta, el mundo se me vino encima cuando te fuiste, la vida se partió en dos, en un antes y un después de ti y el corazón en mil pedazos.

Ojalá te vea al otro lado, el diario vivir no tiene sentido sin ti.

Y si hay otra vida, ojalá yo sea tu mamá para esta vez cuidar yo de ti, sería un honor.

Esa noche, la última, no te dije hasta mañana, que tonta debí despedirme de ti, espero me hayas sentido a tu lado, no me fui, me quedé contigo, cerquita de ti, me conoces, sabes que no soy de hablar pero te acaricié la cabeza todo el tiempo mientras te colocaban la última dosis de morfina, ojalá me hayas sentido Papito yo estaba ahí contigo, no estabas solo, yo estaba junto a ti.

Gracias por despertarme, muchas gracias Papito, tú sí te despediste de mí. Muchas gracias Papito, sentí tu beso en la frente, créeme que sí, y una paz profunda esa que solo tu me podías dar.

Madeleine

Papito

Cada día me parezco más a ti, hoy tomo café para sentirte cerca, llegará el dia en que tome vino tinto y me acercara a ti.

Ce.

Pa

Te pienso todo el tiempo, te extraño, te amo.

Ce.

Verdades


Dicen que la bondad es el punto más alto de la inteligencia, y creo que es cierto, porque a ti Papito las dos cosas te definen.

Madeleine

Gracias Papito

Gracias por el amor que nos entregaste, por toda una vida de servicio, de amor, y por el humano en el que me convertiste, también por toda la paciencia que nos tuviste, por sonreír aún después de que te faltara.

Y gracias por quedarte con nosotros hasta el final de tus días, sin ti nada hubiera sido igual. Sin ti nada es igual.

Medeleine


martes, 10 de marzo de 2020

El primer viaje

Tal vez teníamos veinte esta vez... En una ciudad dulce de tiempo y sin sabor de realidad...


Tu y yo, una espesa niebla y tu canción. Noche oscura y una calle larga que atravesamos de la mano.

Caminamos a prisa, sentí miedo y te miré sonreírme con dulzura... Traías un abrigo gris y en tus ojos el cielo de un día claro, yo el cabello muy largo y rubio, recogido con una diadema y el sabor a yerba buena en los labios.

La González Suárez puede ser muy silenciosa si la caminas con alguien sin conversar, pero esta noche no necesitamos hablar, sentí esa magia de estar conectado a otra persona con solo tocar su piel.

Hacia tanto frío... y fue la primera vez que te acercaste, que sentí tu calor, para ti también fue la primera vez que me sentiste...

A mi me gusto, a ti?

Celeste

P.D. Extraño oír tu voz.

Escrito para Gabro en 2006, sin saber que sería el primero, de los más bellos encuentros escritos entre nosotros, en esa realidad paralela en la que todo es posible.