Con gran fortuna, a pocos días de cumplir 4
años de trabajo en esta empresa y una década en la industria petrolera, me
detengo a pensar en lo bendecida que he sido, al poder iniciar mi carrera
profesional en esta industria y en haber podido regresar después de tantos años,
me siento honrada, agradecida y muy contenta, tanto que hoy lo quiero dejar
por escrito.
Mi trabajo en la industria, mi mayor bendición
profesional, la había dejado en el 2006 y en el 2013 tuve la oportunidad enorme
de volver y esta vez como jefa, me sentí dichosa.
Tantas cosas por las que agradecer, puntuales
como por ejemplo, viajes por trabajo a Europa, en vuelos en primera clase y
hospedaje en hoteles cinco estrellas, y de turismo con mis papás y amigos,
completando la feliz docena de países visitados en los últimos diez años mientras
he trabajado en esta industria, mis maestrías en Europa y la experiencia enorme
de trabajar en dos compañías multinacionales petroleras líderes en este sector,
la primera española e italiana la de hoy, que me han permitido conocer la
cultura de sus países, aprender inglés e italiano y compartir con muchas personas
de distintas nacionalidades.
Miro hacia atrás y en realidad hay muchísimo
más por que dar las gracias pero lo más valioso que me han dado estas compañías
ha sido la amistad de mis compañeros de la primera petrolera que con el tiempo
se volvieron mis mejores amigos, toda la
cantidad de personas de quienes aprendí, todo ese conocimiento herencia de la
primera petrolera y de todas maneras, el conocer al único amor y gran error de mi
vida Azul.
Me siento realizada profesionalmente, estoy
en el mejor momento de mi carrera, he llegado lo más alto que técnicamente se puede, orgullosa de mi misma
por lo fuerte y paciente que soy para trabajar, por demostrarme a mí misma de
que estoy hecha, de lo que soy capaz de alcanzar y de lo que he logrado.
No ha sido fácil llegar, ha sido producto de
gran dedicación y paciencia, pero mantenerse en estos monstruos de empresas no es fácil, es
demandante, competitivo al máximo y muy muy sacarificado, dejé mi alma en la
primera y mi vida en la de ahora y espero más adelante no mi corazón. De todos
modos justo hoy trabajando en campo, apoyando en la perforación del nuevo pozo,
agradecida con la vida y feliz, nada que hacer.
Ce.
P.D.
Superado Azul hace rato pero parte del inventario de esta historia
indiscutiblemente.