En una noche especial, de esas en las que el aire se siente diferente y todo parece posible. La luna llena iluminando nuestros cuerpos, creando sombras caprichosas en un juego de luces y tinieblas. La temperatura es perfecta, ni fría ni caliente, y el aroma de tu colonia se mezcla con el del ambiente con delicadeza.
Somos los dos, decididos a dejarnos llevar por la magia de la noche.
Nos sentamos en unos cojines que colocamos en el suelo, tomamos un par de copas de vino cavernet souvignon, nos miramos a los ojos con intensidad, fundiéndonos en un abrazo cálido y amoroso, nos acariciamos despacito con dulzura y pasión al mismo tiempo, yo te beso con suavidad, tu con fuerza, tu recuerdas cuanto extrañabas “mis labios de terciopelo”, mientras yo admiro el azul hermoso de tus ojos, empezamos a sentir esa energía que siempre hubo entre los dos; y nos queremos…
Finalmente, nos damos un último beso antes de volver a casa y prometemos repetir esa noche mágica una y otra vez.
Ce.
