“Espero este sea nuestro caso”. Fue lo ultimo en decir antes de marcharse sin dejar de mirarme profundamente hasta que las lágrimas se lo permitieron mientras su casco de moto tomó su lugar.
Lex, habla bajito y escucha música en el auto, aún más bajo, sabe mucho de todo, come con gusto y ríe con ganas. Tiempo atrás, venció al cáncer y decidió como vivir los días del resto de su vida: ¡Al límite! Trabajar al límite, arriesgarse al límite y amar al límite, como si dijéramos "Lex sin miedo".
Sin miedo, muy pocas veces en la vida conoces personas así, dispuestas a darse por compelto sin pensar en salir herido, a apostarle a todo. a jugárselas de esta forma, que viven en el mundo del por qué no? Y se lanzan al ruedo sin temor al riesgo. Fue un signo de admiración conocerlo.
Lo siento Lex, Superman siempre será Superman.
Escrito en Quito, días después del concierto de Guns & Roses, en el 2009
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