En el aislamiento...

No sé muy bien ni en qué día estamos, el tiempo pasa como un castigo, hasta el color del sol ya se me ha olvidado pero tu sonrisa de mi memoria no.

A veces pienso que soy algo rara, la cuarentena ni siquiera me afectó, después de todo yo ya estaba acostumbrada, mi mundo se acabó cuando con tu mano en mi cabeza "dijiste adiós".

No hace falta que te diga mil palabras pues nada importa ya, nada más que esperar que ya te encuentres mejor.

Voy a llenarme este vació con una copa de vino tinto y a tu recuerdo juro, bebérmela.

Si tú eres luz que se apaga, ¿Quién me encontrará en la obscuridad?

Cuando todo esto termine, a quien abrazaré...

Que nunca nadie vuelva a escuchar música en francés, cada canción de Edith Piaf es una que contigo no escuché.

Seguro la gente se da cuenta y comenta lo triste que ahora soy. Yo sé que ninguno de ellos me entendería, así yo me sacara y les mostrara el corazón.

¿Y si ya no encuentro mi lugar en este mundo que viene y va?

Mis lágrimas seca una vez más por favor Papá.

Ce. (en una adaptación de Set).