Hoy te vi y no te reconocí, mi sobri chiquita ya casi una señorita...
De pronto y eres tan grande y con dolor descubro que ya no crees en el ratón Pérez.
Hoy caigo en cuenta que estás creciendo y te
acercas cada día al mundo real, me invade este temor a que te defrauden, a que
no podamos protegerte y que el tiempo y tu crecimiento nos aleje. Seguro pronto
preferirás las amigas que la tía y será propio de tu edad pero me costará
acostumbrarme y te extrañaré...
El amor no tiene que doler, y sé que tu eres súper pilas y despierta para elegir
bien, cuando uno se ama a sí mismo, los demás también están para eso. Hay un mundo lindo afuera, hay sueños por cumplir y gente linda con la
cual convivir.
Creces tan rápido, pronto serás adolescente, ahora mismo quieres estar más tiempo en tu
celular que con la familia y lo entiendo pero no me acostumbro, es verdad; pero hay otra verdad que no cambia, ni cambiará, mi amor por ti.
Y aunque sé que entenderás estas líneas solo
unos años más tarde, no podía dejar pasar la ocasión para compartir contigo lo
que hay dentro de mi corazón.
Te amo ahijada,
Tía Ma.
Linda inspiración mi chiquita Made, ese sentimiento lo sentimos todas las personas maduras pero ya vez como en nuestro caso y a pesar de la distancia mi cariño hacia ti no ha cambiado y siempre estás en mi corazón y pensamiento, lo mismo sucederá con Isa, las personas crecen, se alejan por un momento pero el sentimiento está allí.
ResponderEliminarUn besito,
Ana Lucía Ortiz
Chicago, julio 01, 2019
Me sacaste una lágrima Gordita,
ResponderEliminarGracias por cuidarme cuando era pequeña, por amarme y por aceptarme como soy hoy.
A ti solo podría decirte: ¡Gracias por todo!
Te amo Anita,
Celeste
Quito, julio 01 de 2019
Ahora me sacas otra lágrima a mi...
ResponderEliminarAna Lucía Ortiz
Chicago, julio 01, 2019