Mi casa
podría llamarse de algunas formas, podría ser: La casa de los arcos, la de las
palomas y la del hidrante; los primeros dueños eran de apellido Arcos y como su
nombre lo indica, hicieron en su casa algunos arcos en las paredes; luego están
estos animalitos que adornan gentilmente mi tejado e inundan la terraza con su
presencia pero que con el dolor del alma, por temas sanitarios, tendrán que
mudarse; y finalmente está el hidrante, que silenciosamente pasó desapercibido
al momento de conocer la casa y que en cuanto quisimos parquear el auto en el
garaje, salió a recibirnos, hoy en trámite para ver si lo mueven medio metro
hacia la vereda…
Sin estos 3
adornos, la casa quedará sin otro nombre más que, mi casa, que alivio J
Ce.
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