Blanquísimo
y
con
unos
ojos y cabello
en
negro
profundo, en
realidad
salido
de
Crepúsculo pero con la dulzura de Victor, el esposo del "cadaver de mi novia"
y simplemente
adorable, caballeroso,
gentil
y
sensible.
Es la primera
vez
en
mi
vida
que
conozco
un
chico
cariñoso,
es
kinestésico
como
yo,
así,
no
es
difícil
sentirlo,
me
abraza, me
acaricia
el
rostro, huele
mi
cabello
y
lo
peina
con
sus
dedos
frecuentemente,
tiene
la
piel
fría
pero
por
dentro
es
una
manzana
de
caramelo.
Habla
bajito
y
maneja
como
un
loco
en
su
Ford,
la
sensación
de
peligro
bajando
a
toda
por
la
Occidental
hacia el Condado es
indescriptible,
podría
morir
y
sentir
que
estaría
bien.
Empezamos
a
salir,
y
cada
día
las
cosas
fueron
mejorando
y
día
con
día
me
fui
enganchando
a
él,
así,
todas
las
mañana
es
el
primero
en
visitar
mi
mente.
Compartir
con
él
es
una
experiencia
hermosa,
es
como
si
dijéramos
él
y
yo
tumbados
en
el
prado mirándonos
a
los
ojos,
sin
hablar.
Me
siento
tan
bien
a
su
lado,
es
como
si
hubiera
encontrado
el
par
de
mis
converse hace
rato
perdido.
Pienso
en
él, y corazones
rojos
salen
de
mis
ojos, chanchitos
bebés
rosa
con
alas
de
mi
mente, siento
como
si
tuviera
guitig
en
las venas,
cuando
lo
veo flotó
sobre
nubes
de
algodón
rosa
y
mariposas
de
intensos
colores
salen
de
mi
pancita,
me
siento
como
en
un
mundo
paralelo,
uno
perdido
en
el
espacio
en
el
que
tuve
la
suerte
de
entrar
y
en
el
que
hasta
la
ciudad
se
ve
más
bonita.
Fuimos
al
café
Le
Blue y
desde
esa
tarde
no
pudimos
despegarnos, la
semana
siguiente,
-el
día
más
bonito- fue
en
la
mitad
del
mundo,
quemaba
el
sol
y
nuestros
corazones
latían
a
mil,
luego vinieron más y más días soleados en nuestras vidas y cada
día parecía ser más hermoso que el anterior.
Pasamos
julio,
agosto
y
septiembre
subidos
en
la
alfombra
roja,
en
la
del
amor,
en
la
mágica
pero
en
octubre
llegó alguien que
cambió
su
vida
y justo
así por
arte
de
magia desapareció.
Se
hundió
el
Titanic,
me
sentí
doblemente
triste
no
quería
saber
del
planeta,
se
alejó,
y
a
la
larga
lo
entiendo
tenía
su
cabeza
en
su
propio
mundo,
una
magia
más
dulce
llegó
a su
vida
y
la
cambió
para
siempre. Luego
pasó
algo
entre
nosotros
que
nos
marcó, no
me
cuidó.
Regresó, hablamos
y
volvimos
en
noviembre,
y
en diciembre compartimos la Navidad, una de las más lindas de
mi vida. Y
es
que
con
él
todo
es
tan
lindo...
Cada
día
que
pasa
descubro
nuevos
gestos
suyos que me
acercan
más
a
él,
adoro
sus
formas,
sus
maneras,
sus expresiones.
Le
ha hecho tanto bien a mi vida, gracias a él, volví
a
tener
ganas
de
estudiar
guiones,
de
tener sueños,
de
volver
a
sentir.
Pijo,
quien me devolvió la ilusión por vivir... sonrio al pensar en él.
Ce.
Escrito
a principios de este 2012
kinestésicaaaaa osea te has vuelto a enamorar!!! Me encanta lo que has escrito del niño pijo. Es Edward el vampiro jajaja :) Amigaaaa que chevere!! Ya me cae bien!!! Espero que sigan juntos y muy felices :) T emando un beso y amo leer tu blog sushiano!! :)
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