Guayaquil, noviembre de 2013,
17h00 Casa comunal de alguna linda urbanización de San Borondón
Se trata del matrimonio de Ana, una inocente joven que se casa más que ilusionada. Llegamos temprano a su casa justo a tiempo para verla dejar su vida actual y tomar el camino hacia su nueva vida, "Presiento que se viene algo bueno" nos dijo sonriente y se subió a su carrosa.
Llegué a la boda gracias a su tía, quien me contó la suya mientras manejaba y yo miraba desde la ventana de su auto un Guayaquil tan extraño que parecía marte y triste por supuesto...
Llegamos, nos ubicamos y vi a una gentil Dama de Amor (mi hermana) avanzar por el pasillo hacia el altar con su vestido rojo seguida de la novia, radiente y tan delgada... la esperaba Juan, enamoradísimo... y unieron sus vidas para siempre.
Empezó la fiesta y recordé lo colada que estaba pues fui solo por volver a ver a Alicia a los 4 años y se fue la noche viéndola compartir con su familia, estaba feliz yo estaba contenta de verla. Bailaron se divirtieron y se termino la fiesta.
Lo mejor de la boda:
- Haber compartido estos momentos con Alicia
- Los bombones, sin duda
- Y definitivamente la canción de Twilight - A thousand years, la melodía que escogieron los novios para el día del
resto de sus días.
Escrito algún día triste de noviembre del año pasado...
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