Me decía un Niño Pijo, fan del fútbol, que no conocía, mientras emocionado veía a su Liga jugar. Habíamos acabado de pasar por un susto, pues el Vélez estuvo muy cerca de anotar y un espeluznante noooo se oyó en todo el lugar. Diez minutos después vendría nuestra chance, y un gol a favor del albo todos los de gradería pudimos corear.
Compartir la cancha con el equipo de su afición, en el alma de quien quieres, ser parte de su pasión y alentar su ilusión, algo grande por que jugar.
Pijo, un hincha con la U. en el corazón, -y conmigo-, que suerte...
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