Desperté
esta madrugada
llorando,
soñé
que
demolían
mi casa,
la
de
la infancia,
que
dolor,
soñé
que
de
nuestra morada no quedaba nada.
Cerré
mis ojos y pude verla con total nitidez. No aguanté, esperé a que
amaneciera y me fui a verla, internamente creo que me había
prohibido volver allí, creo que me protegía de volver a sentir
muchas cosas, mi infancia, mi adolescencia, que nostalgia...
Eran
las 08h00 y ya estaba frente a ella, tan bella, hace tanto que no
volvía... y ahí estaba, grande, con sus ventanales enormes y su
árbol de al frente como decorando la entrada.
Lástima
la puerta de ingreso hoy parece blindada y apenas pude ver el
interior de la casa por una rendija, tal cual lo recordaba. Las
gradas para subir a nuestro hogar, las conté, han sido 32, pero no
se por qué esta vez me parecieron menos anchas y empinadas. Me dio
gusto ver que el mármol original se conserva exacto, como guardando
nuestros pasos. Tengo algunos recuerdos importantes ahí, como haber
estado en ellas estudiando para un examen cuando tenía doce años,
recuerdo hasta lo que traía puesto, un vestido de flores, fue un 14
de diciembre ,era el medio día cuando mi papi llegó, me encontró
sentada y me dio la noticia de que mi abuelita nos dejaba, recuerdo
claramente el viento helado en mi cara y su mirada... Pero tengo
otro recuerdo, no triste, eran ahí nuestros imaginables ingresos
triunfales a nuestras fiestas de 15, las de las amigas del barrio, la
de mi hermana y la mía, cuando tendríamos el cabello largo, en ese
memento representado con una toalla...
El
garaje lucía también menos profundo y ancho y muy vacío sin ti
Katty que nos acompañó por años, seguro debe estar en el cielo de
los animales. Al fondo vi una bici rosa, la mía era roja, me alegró
saber que hoy otra niña crece en tan lindo lugar. El patio... era
centro de operaciones de mi hermano y mío,
él
hacía pistas de autos con tierra y yo lindas rayuelas con ladrillo.
Que
sorpresa el jardín ya no es jardín y del columpio de hierro y las
flores moradas no queda nada y donde tuvo lugar mis juegos de
infancia hoy es un gimnasio. Pasó lo mismo con el balcón ahora
avancé de la sala. Esto y un par de cosas nuevas y la casa sigue
igual, grande, cálida y hermosa, hoy adornada con un frondoso árbol.
No
pude ver nada más, tal vez mejor...
La
casa de la Y, la de la infancia, nos mudamos hace tanto y al estar
frente a ella la seguí sintiendo nuestra casa.