viernes, 6 de enero de 2012

Pequeño Niño Pijo

Tiene el corazón dividido entre el sur y el norte de Quito,
la capacidad de contar historias que te transportan con gran facilidad a su pasado,
y un cabello moldeable a cualquier peinado.

Me sorprende con un “me gusta el lunar de tu pierna” mientras maneja,
con un beso en mi espalda mientras vamos en el taxi,
con una invitación a cenar cuando pensé iríamos a casa.

Disfruta de sus rollos de sushi como un niño de su helado, yo disfruto verlo comer, con gran destreza y tan delicado.

Conoce bien la ciudad, sabe de todo y a menudo se le enciende el foquito led de alguna idea genial.

Así es él, extraordinario.

jueves, 5 de enero de 2012

Gotas de lluvia, no es el rocío...

Son la huella de la temprana llovizna que reposa sobre el pino grande del jardín y que nunca vi tan bonito como hasta hoy.

Poco a poco se va el frío y el sol tímidamente empieza a tomar su lugar, pero yo, ya siento calor en el corazón. Niño Pijo, tiene un fresco aliento que parece humo, las manos frías pero la risa cálida de siempre.

Como un bonito mantel, luce el césped aún mojado con una fragancia agradable que desprende este árbol y una magia en el ambiente que se siente al desayunar al aire libre y a su lado.

Una mañana para sonreír al recordarla.

Un lindo cumpleaños querido Pijo y que todo lo mejor que la vida pueda traerte, te lo traiga.

Ce.

Escrito el 14 de diciembre de 2011, feliz.

miércoles, 4 de enero de 2012

"Cacha como un deporte juega con las personas"

Me decía un Niño Pijo, fan del fútbol, que no conocía, mientras emocionado veía a su Liga jugar. Habíamos acabado de pasar por un susto, pues el Vélez estuvo muy cerca de anotar y un espeluznante noooo se oyó en todo el lugar. Diez minutos después vendría nuestra chance, y un gol a favor del albo todos los de gradería pudimos corear.
Compartir la cancha con el equipo de su afición, en el alma de quien quieres, ser parte de su pasión y alentar su ilusión, algo grande por que jugar.
Pijo, un hincha con la U. en el corazón, -y conmigo-, que suerte...